Sara Lee y Bimbo con su politica de ahorro de costos (ventas, despidos, cierres, rebajas salariares. etc.) pretende ganar mucho más.
No le importan nada sus trabajadores, el dar gato por liebre (no lo fabricará Bimbo), el futuro de una empresa de medio siglo, el mantenimiento del empleo.
Solo le importa el beneficio a corto plazo, el recoger dividendos de la forma más rápida y llevárselos a EEUU.
En su politica de ahorro de costes ha despedido y quitado, por las vías habituales de estos ultimos tiempos, a un gran número de trabajadores, muchos de los cuales han pasado a la gran empresa nacional, INEM.
Bimbo y Sara Lee han vendido varias fábricas al grupo Siro, habitual proveedor de Mercadona del pan Hacendado y en las mismas fabricas se hace también el pan de Bimbo pero al doble de precio.
No solo contentos con eso, están intentando cerrar una des sus fábricas o venderla a un nuevo "empleador" con unas condiciones "favorables" para los trabajadores, me explico: El nuevo empleador te mantiene el trabajo pero con una rebaja del 30% en el salario.
Lo gracioso es que Bimbo tiene beneficios y con esta actuación los aumentarían exponencialmente por la venta de instalaciones y trabajadores ( no todos, porque un 40 % lo eliminan) y porque le harían el pan de encargo durante un tiempo sin determinar (como Siro).
Bimbo, en sus tiempos empresa modelo de calidad en sus productos y en condiciones laborales, está en recesión tanto en calidad (cualquiera que tenga una panificadora le puede fabricar "su exclusivo" pan), como por el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Bimbo ya no es lo que era, Bimbo con Sara Lee como dueña, se esta convirtiendo en otra empresa canibal deseosa de grandes beneficios a consta de los trabajadores y de abaratamiento desnfrenado de su producción, bien por el empleo precario, bien por la reducción de costos en su fabricación.
Que no te engañen con esa imagen de buena marca, buenos son los trabajadores, los de toda la vida, los que se han dejado su vida en sus fábricas, sus noches interminables, sus festivos, todo para que el pan fuese el "fresco".
La marca solo es eso, un nombre, ya no hay historia detrás, ya no hay el saber hacer unos profesionales que sentían lo que hacían, ya no va a existir más el fresco del barrio, porque a Bimbo lo están matando cuatro yupis en EEUU y sus esbirros españoles.
Consumidor, que no te engañen, que sepas que a partir de ahora no estás comprando un pan, estás comprando empleo precario y beneficios abultados.
